martes, 12 de agosto de 2008

TEORIA DEL PANDILLISMO INTERNAUTA


Hace un par de años que empecé a conocer este mundo de los blogs, bien porque amigos o compañeros me decían que habían abierto uno, o bien porque llegaba a ellos a través de google en busca de alguna información. El resto, simplemente, no me interesan; prefiero jugar al ajedrez.

Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de gente que entra a leer lo que otros (no importa quiénes sean ¿o sí?) cuelgan en internet. Sobre todo, teniendo en cuenta que los blogs informativos no son siempre fiables, pues no hay responsabilidad para quien afirme falsedades; y que los blogs de opinión o de contenido personal (como este mío) no suelen ser interesantes (salvo para su autor). Sólo se me ocurría pensar que había personas que tenían mucho tiempo para poder dedicarse a bucear por aquí, y leer, y dejar por escrito sus impresiones.

Pero un poco más tarde descubrí lo que yo he llamado “el pandillismo internauta”, que se basa en dos principios fundamentales: “los amigos de mis amigos son mis amigos” y “yo te leo, tú me lees, él nos lee”. Lo voy a explicar en primera persona. Yo hago un blog, y si quiero que me lean (que para eso lo hago), primero debo promocionar mi producto (o sea, darme publicidad y autobombo). Para ello, busco otros blogs de contenido o intereses parecidos a los míos, y los visito; cortésmente escribo algún comentario diciendo lo bueno que es (la vanidad nos pierde a todos) y, de paso, como el que no quiere la cosa, dejo caer que yo también tengo mi propio blog, al que invito gustosa a todo el que quiera venir. Tanto los autores de los blogs que visito, como sus amigos (que le leen asiduamente) ven mi comentario y aunque sólo sea por curiosidad, probablemente la mayoría vienen a visitarme; como además las reglas de la educación dicen que hay que corresponder (es de bien nacido ser agradecido), muchos me dejan sus amables comentarios. Con todo esto, ya tengo lectores, visitantes, y comentaristas asegurados (aunque previamente haya tenido que pagar el impuesto revolucionario de mi halago, y deba seguir haciéndolo periódicamente). Y por último, hay que tener en cuenta que como cada uno añade enlaces a las páginas de los demás, ya tenemos la estructura reticular que sustenta la pandilla. Entrando a visitar uno de los blogs, podemos ir al de todos sus amigos.

Así pues, la mayoría de los blogs son leídos siempre por las mismas personas (las de la pandilla), y por razones de reciprocidad y educación (te leo porque me lees). Seguramente hay excepciones; posiblemente habrá quienes lean por auténtico interés personal e incluso quienes lean blogs y no tengan el suyo propio... No conozco ninguno de estos casos, pero, como las meigas, seguro que haberlas, haylas…

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