viernes, 7 de noviembre de 2008

TE QUIERO




- Te quiero

- ...

- Te quiero ¿lo sabes, verdad?

- Sí, lo sé. Y la verdad, no sé por qué lo sé. No me lo demuestras nunca. Supongo que lo tengo asumido. Pero no lo siento. No me siento querida, Manuel. No siento que te interese mi persona. Sabes que llevo una temporada un poco regular, desanimada, pero lo que tengo es una carencia afectiva. Necesito que me demuestres que me quieres, necesito sentirme amada como mujer. Necesito saber que piensas en mí, que haces cosas por mí.
Algunas veces me siento deseada, pero querida no. Si me dedicases la mitad del tiempo que dedicas a tus aficiones, me tendrías contenta. Pero no me haces ni caso; es como si ya tuviésemos todo hecho. Y no es así. Necesito sentirme especial, sentirme bien, tener conversaciones que no sean las puramente domésticas. Y tú nunca estás para eso. ¿Cuánto hace que no me llevas a cenar por ahí, al cine, al teatro, a pasear?

- Pero... si tú siempre vas a donde quieres, si te apetece ver un espectáculo, vas; no te has quedado nunca sin hacer lo que te gusta, nunca te lo he impedido.

- Ahora no estoy hablando de eso; hablo de hacer cosas juntos.
Lo que sea, pero tener algo en común; un rato durante el que estar solos, charlar, dedicarnos el uno al otro. Hasta ahora siempre que hemos tenido esos encuentros, es porque yo los he propiciado. ¿Cuándo has hecho algo especial por mí en los últimos... diez años, por ejemplo? Todo, todo, lo que hemos hecho juntos en este tiempo, lo he promovido yo. Piénsalo. Si hemos ido a bailar es porque yo lo organizo. Si hacemos alguna actividad fuera de casa es porque yo te animo y te apunto. Si hemos hecho un viaje, lo he tenido que organizar yo. Si salimos de vacaciones, es porque yo lo preparo. Si salimos a cenar fuera, o a tomar algo, es porque alguien nos llama y yo digo que sí. Si vamos al cine, al teatro o a cualquier espectáculo, es porque yo me encargo de decidir qué vamos a ver y saco las entradas. ¿Recuerdas cuándo hablábamos de la crisis de pareja de Raquel y Alfonso? Cuando te decía que deberían hacer cosas juntos, no sólo te hablaba de ellos... Pero veo que no te diste por enterado. ¡Qué cómoda te resulta la vida de pareja! Sólo tienes que ir a trabajar, y luego dedicarte a las cosas que te gustan; sí, es cierto, también hay alguna obligación, pero hasta ahora pocas veces has dejado de hacer lo que has querido, yo también puedo encargarme de esas obligaciones. Nuestra relación ahora es... poco más que de compañeros de piso con derecho a roce; lo único que tenemos en común son las actividades domésticas. Necesito que hagamos algo juntos, necesito sentir que me quieres. Me canso de tirar yo siempre del carro. Después de 20 años, me canso, Manuel. Eres un hombre bueno, y te quiero. Pero... esto se va asemejando más a un cariño fraternal que a un amor de pareja. No estoy siendo cruel contigo, de verdad; lo único que quiero es que me prestes más atención; que me dediques parte de tu tiempo.

- Pero... tú siempre has sido muy independiente, y te gusta mucho ir a tu bola ¿por qué me reclamas atención ahora?

- Te estoy reclamando atención afectiva, que es nula. Necesito sentir el amor. No pretendo que estés todo el día pendiente de mí, ni encima; creo que no es muy difícil lo que estoy diciendo... Sentir que me quieres, que me valoras como persona, que me dedicas parte de tu tiempo por ser como soy, porque te gusta y porque te intereso. Mira, me estoy viendo venir y últimamente es cierto que voy demasiado a mi aire, que me abstraigo mucho; cuando tengo todas mis obligaciones cumplidas me dedico a mí, a pensar, a leer, a jugar, a hablar, a escribir... y me está dando miedo tanta interiorización; por eso me obligo a salir con mis amigas reales, las de verdad, con las que me río y con las que me desahogo, con las que hablo, las que me llaman y a las que llamo, a las que cultivo. Y me gustaría tener también tiempo contigo, para sentarnos delante de una cerveza, o un café, y charlar; no de esto, ni de nada en concreto. Sólo pasar ratos juntos. Lo necesito. Además, somos una buena pareja, lo pasamos bien cuando estamos juntos ¿te acuerdas? nos llevamos bien, nos compenetramos, nos reímos... Necesito sentir el amor, Manuel. ¿Qué haces por mí, o qué haces pensando en mí? Nada. Puede parecerte cruel, pero piénsalo bien; ni tu pareja, ni tus amigos (eso es otro capítulo) tienen apenas espacio en tu vida. Si te preguntase qué es más importante en tu vida, seguramente dirías que yo, pero en la realidad te dedicas más a las cosas que a las personas, como si lo tuviésemos todo hecho. Sé que me quieres, sí, pero necesito sentirlo. Piensa, por un momento, que me diagnosticasen una enfermedad grave; sé que te volcarías conmigo, y me sentiría querida, pero no deberíamos llegar a esos extremos para demostrarnos el amor. Seguramente yo tampoco pongo mucho de mi parte, pero es que estoy cansada; cansada de ser la única que tenga necesidades afectivas, cansada de organizar para mantener el amor, cansada de recibir poco. Creo que ahora te toca a ti tirar del carro. Sé que lo intentarás. Al menos una temporada...

No hay comentarios: